sábado, 24 de mayo de 2008

Metamorfosis

Veo motocicletas rodando a toda velocidad por un terreno llano. Un detalle: nadie las conduce (un par de colores que hacen a la imagen: naranja, amarillo y ocre) Se dirigen hacia las montañas, que es adonde se pueden refugiar del viento.
De pronto y casi prevesiblemente se vuelven esponjosos conejos, blancos conejos de un tamaño algo exagerado que se trasladan, curiosamente sin mover sus patitas. Pareciera que alguien los empujara hacia a un lugar adonde no quieren ir. Algo que me parece más raro aún es que sus orejas ahora crecen apresuradamente, y su cuerpo, en un movimiento ya sin gracia, se torna algo más alargado. Burros, una manada de burros se acrecienta en cantidad.
Motocicletas, conejos, burros; algo más que la continuidad los vincula: el destino final que no es sino el límite que recortan el cielo y las montañas. Al menos, hasta ahí llegan mis ojos. Quizás detrás de éstas haya un paraíso perdido, o una pequeña aldea con pequeñísimos habitantes. Qué pena que ya no los distingo uno a uno. Supongo que siguen en continua metamorfosis. La distancia no los favorece, se han convertido en una masa lúgubre que a lo lejos se viste de gris. Probablemente esté lloviendo ahora en aquella aldea.

Li,
13/09/05

No hay comentarios: