jueves, 26 de junio de 2008

Laberinto

Volviendo a mi mundo supermotion...
En mis últimas tardes atravieso el tiempo. Camino por veredas en las que las hojas (que vuelan en remolino) aparecen y desaparecen haciendo alarde de libres y danzantes. Ahora entiendo que se trata de un laberinto. Todo es un laberinto invisible por lo pequeñísimo. Ininteligible por su perfecta complejidad arquitectónica. Un laberinto que se resiste a ser visto por ojos comunes pero que anuncia sutilmente –y sólo a veces- que es la estructura y el contenido a la vez. Que es muy chiquito como para verlo y muy grande como para captarlo acabadamente.

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