miércoles, 18 de junio de 2008

UNA VEZ, NO LO MEDITES

Esto es así. Pienso regalarte un aparatejo que tiene un botón en la parte superior, rojo lustroso y de límites redondeados. Este aparatejo, a modo de caja latosa pesa poco más de 10 kilos, es suave y plateado a excepción del botón rojo que es rojo, suave y lustroso.
Para trasladar al aparatejo conviene introducirlo en una caja de cartón con amortiguación preferentemente de polietileno con burbujitas rellenas de aire sin reventar. En caso de carecer de este material casi inexistente y destinado sólo para artefactos tecnológicos puede servir el aserrín o el papel picado, lo que hace al procedimiento de descajar al aparatejo un tanto más engorroso.
El aparatejo no sirve para cualquier cosa, ni para cualquier persona. No se hacen por encargo. No se hacen. Existen y ya. Se sabe que sólo uno funciona pero funciona sólo una vez. Si lo ves, y tenés la oportunidad de probar suerte no medites mucho el deseo a pedir y posteriormente a ver cumplir. Sólo sirve una vez, igual que uno. Hoy, ahora. Una vez.
Pulsar hacia abajo. Sostener el botón rojo lustroso durante 3 segundos presionando levemente hacia abajo. Insatantaneidad de solución. Perplejidad del ejecutante.

IMPORTANTE
Dimensiones físicas del aparatejo. Cubo de 3 x 3 x 3 metros.
Botón, media esfera de 1 metro de radio.
Para vencer la resistencia que ofrece el resorte del botón es necesario la fuerza psíquica y física y emocional de al menos 7 personas. Máximo 9.
Decepción del ejecutante. Su deseo de ve fragmentado-compartido en al menos 7 personas.


Diciembre 2004

1 comentario:

Der Shpiler dijo...

Ante la desesperación del normal, y la necesaria autosublimación del supremo, me pregunto si es posible sobrepasar cierto obstáculo especulativo que me/te/nos impide concretar bajo mi/tu/nuestro ideal la entidad inferior capaz de controlar su angustia, y, por lo tanto, el ente extraordinario no exento de única/infinita/significativa experiencia.